por Gloria Arancibia | Jun 16, 2016 | Blog
¿Con qué frecuencia te miras tus genitales? ¿Es la vulva una zona de tu cuerpo que podrías representar mentalmente con todo detalle? ¿Te has detenido, alguna vez, a observar tu vulva, ante un espejo, por simple curiosidad? ¿Podrías describir tu vulva, sus distintas partes y funciones? Por mi experiencia en consulta y en los diferentes talleres que he impartido a grupos de mujeres sobre sexualidad, las respuestas a las preguntas anteriores suelen ser negativas. Las razones también son muy variadas, algunas mujeres te dicen que no se les ha ocurrido, otras te contestan que solo se lo han mirado para ponerse tampones y óvulos por infecciones. Mirar los genitales no es una práctica habitual.Muchas mujeres no han aprendido a familiarizarse con sus genitales. su exploración y disfrute ha estado cargados de una gran presión social y una doble moral. Al varón, se le suele animar de pequeño a admirar sus genitales, a tocarlos y a mostrarlos; en cambio a nosotras, las mujeres, se nos indica desde niñas que no es bueno que nos toquemos “ahí”, que debemos de mantener “limpia y segura” toda la zona. Cuando miramos nuestros genitales no solemos verlos como “algo bonito” y algunas mujeres incluso les producen “asco”. Sin embargo, cuando comenzamos a explorar nuestra vulva, a conocerla en toda su dimensión y a disfrutarla, nuestra relación con nuestra vulva cambia: Su conocimiento y exploración nos hace sentirnos dueñas de nuestro cuerpo y de nuestro placer. Su conocimiento la hace visible y nos permite descubrir y aprender sobre nuestra vivencia sexual. Su conocimiento y disfrute nos hace sentirnos más...