¿CÓMO TE RELACIONAS CON TUS GENITALES?

¿CÓMO TE RELACIONAS CON TUS GENITALES?

“Yo pertenezco a la generación del “ahí abajo” -dice Gloria Steinem al prologar el libro Monólogos de la Vagina–  Es decir, ésas eran las palabras –pronunciadas rara vez y en voz baja– que las mujeres de mi familia usaban para referirse a todos los genitales femeninos, ya fuesen internos o externos.” ¿Ha cambiado esta situación? En pleno siglo XXI, ¿nombramos nuestros genitales muchas veces y en voz alta? ¿Distinguimos la vagina, de la vulva? ¿Reconocemos los labios mayores de los menores? ¿Conocemos la función de nuestro clítoris? ¿Podemos con toda naturalidad y espontaneidad e, incluso, con orgullo nombrar nuestros genitales? ¿Los describimos de forma que nos hacemos una idea positiva de ellos? ¿Animamos a nuestras hijas, si las tenemos, a conocer y a explorar sus genitales? El conocimiento de la anatomía de los órganos sexuales femeninos y su funcionamiento debe ser parte fundamental de nuestro aprendizaje sexual. Muchas mujeres no tienen una idea clara de sus genitales, incluso les resulta difícil nombrarlos, por lo que utilizan con frecuencia eufemismos, como “ahí abajo”, “mis partes”, “cuando me toco ahí”, “la boca del cuerpo”, etcétera. A veces, incluso, les son desconocidos. Diferenciar sus partes, conocer sus nombres, no es tarea fácil para la mujer si no se encuentra frente a un libro en el que le explique, clara y detalladamente, las distintas partes y los respectivos nombres de su zona genital. Las mujeres, en general, tampoco se plantean la importancia de tener un conocimiento claro de los genitales y de su función. Es una parte del cuerpo al que no se  da la trascendencia que merece; muchas mujeres sólo atienden a...
TODAS ESAS COSAS DE LAS QUE NUNCA HABLAMOS

TODAS ESAS COSAS DE LAS QUE NUNCA HABLAMOS

El domingo leí, en el País Semanal, un artículo de Rosa Montero muy interesante titulado “Todas esas cosas de las que nunca hablamos”   en el que nos hace reflexionar sobre esas cosas que no cuentas, que no comentas, que no hablas porque no te atreves, porque te da vergüenza o porque piensas que te pueden encontrar rara, un “bicho raro” o una “friki”. Ya te imaginarás a lo que se está refiriendo con “esas cosas”. Pues sí, has acertado, se trata de sexo. El caso que comenta en el citado artículo es la “confesión” de la primera experiencia sexual que vive una chica 17 años, hija de una amiga de la autora. Una experiencia que vive —llena de angustia y dolor— en secreto. Además, esta chica piensa que quizás nunca sea capaz de hacer el amor en su vida. Fuente Esta situación constata lo que las profesionales en el campo de la sexualidad, lamentablemente, confirmamos a diario en la consulta. Ciertamente se podrían evitar muchos problemas, como los de esta chica, si habláramos más de sexo, con más naturalidad y espontaneidad. No cabe duda de que los avances en cuanto a la sexualidad femenina son considerables desde la segunda mitad del siglo XX hasta hoy. Cada vez más mujeres se plantean el disfrute de su sexualidad como un derecho, y eligen con quién desean gozarla sin la exclusiva heterosexualidad, sino teniendo en cuenta la diversidad sexual. No obstante, ¿se reflejan estos cambios en la realidad sexual de todas las mujeres? Afirmarlo sería obviamente caer en una generalización. Muchas mujeres viven el sexo aún con miedo y dolor, como la chica a que hace...
¿QUÉ DEBEMOS SABER LAS MUJERES SOBRE NUESTRA SEXUALIDAD?

¿QUÉ DEBEMOS SABER LAS MUJERES SOBRE NUESTRA SEXUALIDAD?

Si bien sabemos muchas cosas sobre sexualidad, a veces, no viene mal recordar algunos aspectos de la misma que al parecer obvias no nos paramos en pensar en ellas: Nunca realices el acto sexual contra tu voluntad. El sexo y el placer son una responsabilidad tuya. El sexo y el placer hay que alimentarlos. si no riegas las plantas éstas se marchitan. No olvides que la sexualidad es ante todo sensualidad; no se limita sólo al acto genital, es la vivencia de multitud de sensaciones que puedes experimentar sola o con tu pareja. La comunicación no significa sólo hablar, significa también transmitir sentimientos y expresar tus deseos y necesidades. La buena comunicación con la pareja nos permite disfrutar intensamente de nuestras relaciones sexuales. Las fantasías sexuales te pertenecen y son un buen estímulo para intensificar tu placer sexual. Fingir el orgasmo es engañarte a ti misma. Tu sexualidad te pertenece a ti, a nadie más, si bien puedes compartirla con quien tú quieras. Para vivir la sexualidad de forma natural y espontánea es necesario que te dejes llevar por las sensaciones de tu cuerpo, por ello el conocimiento del mismo es fundamental. Tu cuerpo es tuyo, sólo te pertenece a ti, al igual que tu placer. Si tienes dificultades con tu sexualidad no dudes en solicitar ayuda. Los problemas sexuales tienen solución siempre mediante una terapia sexual adecuada. http://www.sexologiamujer.es...
EXPLORAR Y RECONOCER NUESTRO CUERPO PARA DISFRUTAR

EXPLORAR Y RECONOCER NUESTRO CUERPO PARA DISFRUTAR

Estar conectada y a gusto con el propio cuerpo nos permitirá disfrutar más intensamente de nuestro placer sexual. Para estar a gusto con nuestro cuerpo es necesario explorarlo, conocerlo y mimarlo. ¿Cuánto tiempo dedicamos las mujeres a ser consciente de las sensaciones que nos proporcionan una caricia, un olor, un sabor incluso un recuerdo en nuestro cuerpo? Ser consciente del propio cuerpo significa mirarlo a través de nuestros ojos. Dicho de otro modo, significa preguntarnos ¿qué veo?, ¿Qué siento? A lo largo de mucho tiempo la sociedad nos ha reforzado  el culto al cuerpo,  a su apariencia, a su cuidado, la necesidad de cuidar una imagen bella para dar placer, seducir o agradar a otro. Las grandes compañías de cosmética intentan continuamente hacernos ver a las mujeres la importancia de cuidar la piel, de resaltar unos labios sensuales, de aparecer “siempre joven”, de estar “siempre a punto”, tarea que para muchas resulta agotadora. La presión social por un cuerpo “delgado” y perfecto conduce a una creciente desvalorización del propio cuerpo por el empeño de parecerse a un modelo o a un ideal casi siempre inalcanzable. Las consecuencias más graves de esta situación se aprecian en el alto porcentaje de nuestras adolescentes que enferman e incluso algunas pierden la vida, por la obsesión de mantener “la línea”. No hemos aprendido a reconocer y a aceptar nuestro cuerpo, a vivir las sensaciones; más bien hemos aprendido a  maquillarlo, depilarlo, adelgazarlo, “estirarlo”, etc. Sin darnos cuenta, nuestra atención se centra más en lucir bien que en sentirnos bien. Esta continua lucha por lograr un cuerpo diseñado por y para los demás tiene...
EL AUTOEROTISMO: UNA ASIGNATURA PENDIENTE

EL AUTOEROTISMO: UNA ASIGNATURA PENDIENTE

El autoerotismo o la masturbación sigue siendo, para algunas mujeres, una asignatura pendiente en su sexualidad. No todas las mujeres se sienten con la libertad de darse permiso para disfrutar de su placer sexual a solas. Animo aquellas mujeres a descubrir su propio placer. Para darle un significado positivo a la sexualidad y vivirla de forma satisfactoria con nuestra pareja  es necesario conocer y explorar nuestro cuerpo. Este autoconocimiento nos proporciona seguridad y confianza en nosotras mismas y una mejor comunicación con nuestra pareja. Sin embargo, no es suficiente aceptar el cuerpo, hemos de disfrutar de sus sensaciones para que nuestra vivencia sexual sea más placentera. De este modo la sexualidad tiene un sentido mucho más amplio para nosotras del que, en principio, le damos; no se reduce al coito o al orgasmo, sino que un beso, una caricia, o una fantasía cobra su verdadero significado, somos conscientes del placer que nos proporcionan y de la importancia que tiene el disfrutar de toda la experiencia. La masturbación en este contexto es un comportamiento de suma importancia; nos hace ser conscientes de nuestra capacidad de excitación, de reconocer y potenciar nuestro placer sexual. La masturbación es otra forma de conocer nuestro cuerpo, de aceptar nuestros genitales y de dejarnos llevar por las sensaciones placenteras. Con la masturbación aprendemos a reaccionar sexualmente, a ser responsables de nuestro propio placer. Es una manera más de darnos permiso para disfrutar de nuestro cuerpo. ¡Y de sentirnos bien con nosotras mismas!...