¿CÓMO DESCRIBIRÍAS EL ORGASMO?

¿CÓMO DESCRIBIRÍAS EL ORGASMO?

¿CÓMO VIVES TU ORGASMO?

Resulta sumamente difícil definir o describir el orgasmo. Haz la prueba, pregúntatelo a ti misma/o, o a tu pareja, amante y amigas/os verás que no es fácil su descripción. ¿Por qué?

Quizás porque estamos distanciados de las sensaciones del cuerpo. Incluso en la misma relación sexual estamos más pendientes del resultado que del proceso, de hecho, vamos con la idea de “alcanzar el orgasmo” como si de una meta se tratara. Es decir, estamos más preocupadas/os por el “hacer” que por el “sentir”.

Ciertamente el orgasmo es una vivencia de sensaciones. Sensaciones que comienzan a un ritmo suave y lento para continuar aumentando y terminar en una intensa y frenética sensación. Llegado ese momento las descripciones que se suelen hacer de esta vivencia son interesantes: “es la pequeña muerte” decía G. Bataille ; como un “fuego rabioso” diría Anäís Nin en su Delta de Venus o como la erupción de un volcán, o como cuando rompe una ola fuertemente sobre las rocas. El caso es que la sensación en sí es tan fuerte que algunas personas incluso la inhiben pensando que no la van a poder controlar.

Si centramos la atención a lo que sucede verdaderamente en nuestro cuerpo seremos más conscientes aun de lo extraordinario que es nuestro propio cuerpo como fuente de placer.

El orgasmo no solo se produce en una zona del cuerpo, por el contrario abarca cada milímetro de nuestra piel. Se ponen en movimiento todos los músculos, el riego sanguíneo recorre con mayor rapidez todos nuestros órganos internos. Se tensan las extremidades, se siente la necesidad de apretar, de contornearnos…

Todo este revuelo de sensaciones de nuestro cuerpo, a veces, dura muy poquito, otras veces es más intenso. En ocasiones se repite una y otra vez. Al terminar quedamos con una agradable y placentera sensación de relax. Todo el cuerpo se afloja, se deja estar. Viene la calma y cada cosa a su lugar. Ese momento vivido será irrepetible, único e individual. Nos pertenece.

Sería conveniente que habláramos más del orgasmo o por lo menos centrarnos y reflexionar en lo que sentimos. Estaremos más sensibles y viviremos un momento pleno.

Todas/os somos capaces de vivir el orgasmo solo hace falta dejarse llevar por las sensaciones del propio cuerpo, conectar con el propio placer y dejar fluir toda esa energía acumulada por la excitación. Solo el desconocimiento del propio cuerpo y su funcionamiento sexual nos impide vivir esta experiencia.

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