VAGINISMO Y COITO DOLOROSO

VAGINISMO Y COITO DOLOROSO

Muchas son las mujeres que aún viven el sexo con dolor. Muchas de ellas creen que son “raras”, que algo malo les está sucediendo en su cuerpo porque no pueden disfrutar en sus relaciones sexuales. Es un problema sexual que muchas mujeres tienen pero que no se atreven  a comentar, Muchas de ellas piensan que no tiene solución “que se nace así”. Esta situación crea verdadera preocupación y angustia y no saben mucho qué hacer.

El vaginismo y el coito doloroso es mucho más común de lo que se piensa. Sus causas tienen más que ver con el desconocimiento del propio funcionamiento sexual, con una educación sexual rígida o nula, y múltiples factores sociales y psicológicos, más que por una causa orgánica.

El vaginismo y el coito doloroso  tienen solución a través de una adecuada terapia sexual.

Distinguir ambos problemas es importante para su adecuado tratamiento. Vaginismo es la contracción involuntaria de los músculos de la vagina que impiden la penetración ya sea del pene, de un dedo o de un tampón. En el coito doloroso o dispareunia no existe impedimento para la penetración pero si se produce supone mucho dolor y, por tanto, una vivencia sexual muy insatisfactoria.

El vaginismo y el coito doloroso  tienen solución a través de una adecuada terapia sexual.

Distinguir ambos problemas es importante para su adecuado tratamiento. Vaginismo es la contracción involuntaria de los músculos de la vagina que impiden la penetración ya sea del pene, de un dedo o de un tampón. En el coito doloroso o dispareunia no existe impedimento para la penetración pero si se produce supone mucho dolor y, por tanto, una vivencia sexual muy insatisfactoria.

Algunas mujeres piensan que dejando pasar el tiempo pasará. En esta situación el tiempo no es nuestro mejor aliado, por el contrario con el tiempo el problema se hace mayor.

Los comentarios de algunas pacientes que han solucionado su problema pueden ayudar y  animar a las mujeres que sufren este problema a buscar solución.

“Cada vez estoy más relajada y deduzco que siento más. Me voy muy contenta; solo me arrepiento de no haber venido antes” (33 años, casada hace 8)

“Me he concienciado de mi problema. Ahora soy consciente de tener vagina. He logrado reducir el miedo y el pánico de tener a alguien encima. Aprender a masturbarme ha sido maravilloso, a conocer mi cuerpo, a sentirme más mujer, más plena” (43 años, casada hace 20)

“No me creo haber solucionado mi problema; me siento otra. Mi autoestima está muy subida: saber que eres capaz” (39 años, soltera)

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